Las mujeres tienden a tener por naturaleza, un porcentaje más elevado de grasa corporal que los hombres y suelen tener más dificultades para perder peso que sus contrapartes masculinas.

Muchas parejas de esposos se han propuesto bajar de peso juntos sólo para ver como el hombre baja de peso rápidamente, mientras la mujer lucha con la balanza para bajar unos pocos gramos.

¿Cuál es Su Forma?

Sin embargo, por más cruel que pueda parecer el destino para el sexo femenino, las damas tienen una gran ventaja frente a los caballeros, y esta es que las primeras tienden a tener menos grasa abdominal que los segundos.

La razón tiene que ver con las diferencias que existen entre el cuerpo de los hombres y el cuerpo de las mujeres. El cuerpo femenino tiende a parecerse a una “pera”, es decir, a acumular grasa en el trasero y en los muslos.

En cambio, cuando los hombres aumentan de peso suelen adquirir forma de “manzana”. El exceso de grasa se deposita en sus abdominales, dando una apariencia redondeada.

Algunas mujeres también tienen cuerpos con forma de manzana, mientras que algunos hombres adquieren una forma más parecida a una pera. Sin embargo, la mayoría de los hombres han sacado la paja más corta cuando se trata de la localización de la grasa corporal.

Si bien el exceso de grasa corporal nunca es bienvenido en ninguna parte de su anatomía, la grasa del vientre es mucho más peligrosa que la grasa que se almacena en otras partes del cuerpo. Por lo general, los cuerpos con forma de pera presentan un menor riesgo de patologías tales como diabetes, enfermedad cardíaca y cáncer, las cuales se asocian a la grasa abdominal.

Grasa Abdominal y Menopausia

Sin embargo, las mujeres no están totalmente a salvo. La menopausia altera principalmente el equilibrio hormonal y el metabolismo del cuerpo femenino.

Generalmente, esto afecta el lugar donde se acumula la grasa. Como si los sofocos, la pérdida de masa muscular y los huesos debilitados no fueran suficientes, después de la menopausia muchas mujeres almacenan más grasa en el vientre. Mientras que una mujer pudo haber tenido un cuerpo con forma de pera durante la pre-menopausia, en la menopausia podría convertirlo en una manzana.

Puede suceder que una mujer no note ningún cambio cuando se pese en la balanza, pero si ella comienza a almacenar grasa en el vientre, empezará a correr el riesgo que conlleva tener una gran cantidad de grasa abdominal.

Auto-Evaluación

Las mismas estrategias que funcionan para bajar de peso en cualquier otra zona del cuerpo también funcionan con la grasa abdominal.

Observe su cuerpo en el espejo. Determine donde se encuentran sus depósitos de grasa. Si usted es como la mayoría de las mujeres, la grasa estará principalmente debajo de sus caderas. Si es así, entonces usted tiene forma de pera, y tiene una ventaja importante sobre las desafortunadas personas que andan por este mundo luciendo un cuerpo con forma de manzana.

No obstante, no importa cuál sea la forma de su cuerpo, la grasa abdominal es un problema para todos. Si usted tiene sobrepeso, es probable que tenga más grasa abdominal de lo que se considera saludable.

Trate de medir su relación cintura-cadera para averiguar si usted tiene una cantidad excesiva de grasa en el vientre.

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